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El Ayuntamiento de Maó ha presentado numerosas propuestas de cara a eliminar los vehículos aparcados en superficie y fomentar la rotación de los aparcamientos públicos. Según explicó ayer el teniente de alcaldía de Servicios Generales, Salvador Botella, habrá una bonificación en los precios de estacionamiento en aparcamientos privados de uso público, con trato preferencial a los residentes, con el fin de mantener la accesibilidad en todas las áreas urbanas, avanzar en la peatonalización y evitar el éxodo residencial del centro urbano.

Hasta ahora, se habían realizado actuaciones con este mismo objetivo, como es la peatonalización de la calle Ses Moreres, la liberación de la zona área del parking del Menorca/ colegio San José, o la apertura del parking provisional del Freginal.

Sin embargo, Botella apuntó que existen otras iniciativas. La Avenida Menorca, por ejemplo, se convertirá en zona con parquímetros, concretamente con cien plazas, a petición de los comerciantes.

Por otro lado, después del verano y en función del avance de las obras en el Palau Oliver, se llevaría a cabo la reordenación de la calle Anuncivay, suprimiendo los aparcamientos existentes. "Es una petición que nos llevan haciendo los comerciantes desde hace tiempo. Es una calle histórica de la ciudad y debería tener otro aire", comentó Botella.

Asimismo, ocurriría lo mismo con la calle Rovellada de Dalt y la calle Infanta, dado que ambas vías son muy estrechas y en ocasiones los conductores suben encima de la acera, con el consiguiente peligro para los viandantes. El teniente de alcaldía, explicó que en el caso de la calle Infanta también se debe a una solicitud de la Asociación de Vecinos Molí des Pla. "Desde el PP hemos apostado por la peatonalización siempre y cuando se creen otras bolsas de aparcamiento para compensar los que se supriman. Si es necesario, crearemos más zonas de parking", apuntó.

La calle San Roque sería otra de las que cambiaría su imagen, eliminando las 10 o 12 plazas que hay actualmente. "No tiene sentido mantener esos aparcamientos en una calle tan céntrica", informó Botella, quien añadió que, a lo largo del mandato, también está previsto realizar una importante mejora en el Cós de Gràcia, convirtiéndolo en un gran boulevard por donde circulen los coches pero con aceras más anchas, arboleda y sin aparcamientos, exceptuando aquellos de minusválidos destinados al Centro de Personas Mayores.

"Con estas medidas buscamos avanzar en un modelo de ciudad con más calidad de vida, mejor organización urbana y mejora del equilibrio entre los diversos barrios de la ciudad", aseguró la alcaldesa Águeda Reynés, quien comentó que hay profesionales del urbanismo que coinciden en la necesidad de tomar decisiones dirigidas a adaptar el espacio por excelencia de la convivencia humana a las nuevas exigencias de estética, comodidad y condiciones medioambientales, haciéndolas compatibles con el fomento de las actividad, el uso residencial y el desarrollo económico.

Tanto Reynés como Botella manifestaron su intención de llegar a un consenso con la oposición. "La ciudad se hace día a día y paso a paso. Quisiéramos que en un par de meses pudiera estar operativo el nuevo sistema de tarifas y las nuevas zonas de parquímetros", concluyeron.