"El mes que viene cumpliré 66 años y ya es la hora de dejarlo", afirmaba ayer por la tarde desde Barcelona - Archivo

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El barítono de Ciutadella, Joan Pons, ha decidido poner el punto y final a su larga trayectoria sobre los escenarios, coincidiendo con la celebración de los 42 años que lleva en el mundo de la lírica.

La noticia la desveló el propio cantante menorquín a través de las redes sociales, donde recordó que tal día como ayer, hace 42 años, entró a formar parte del coro del Gran Teatre del Liceu.

Fue en 1970, después de haber trabajado diez años en una fábrica de calzado de la Isla. Una efeméride, esta, que el barítono ha hecho coincidir con el anuncio de su retirada.

"El mes que viene cumpliré 66 años y ya es la hora de dejarlo", afirmaba ayer por la tarde desde Barcelona, donde está preparando su participación en "Aida", en el papel de Amonastro (padre de Aida), en el Gran Teatre del Liceu, que se representará entre el 21 y el 30 de este mismo mes.

Pons afirma que tiene claro que "este año es el último, las condiciones de salud no son lo suficientemente buenas y quiero dedicar el tiempo a mi familia". En este mismo sentido, el cantante explica que "tomar la decisión no ha sido fácil, pero hay que tomarla antes que ir arrastrándose por los teatros, son cosas de la vida".

Seguirá cantando

Aun así, Joan Pons ha señalado que su retirada no supone que vaya a dejar de cantar. "Haré colaboraciones esporádicas, participaré en galas benéficas y homenajes como el que hubo en enero a Montserrat Caballé, y daré Masters Class y haré de jurado en concursos cuando me lo pidan". Y es que "no quiero quedar totalmente desligado, actuaré pero no con el estrés de las pruebas de vestuario y todo lo que rodea una actuación. Reconozco que las fuerzas no son las mismas, los meses de ensayo se hacen muy pesados".

En esta misma línea, Pons hace hincapié en que "han sido muchos años de sacrificio, estando siempre pendiente de no pillar un catarro porque dos días después tenías que cantar".

Una gran trayectoria

Joan Pons dice que "ahora quiero disfrutar de la vida y de la carrera que he tenido, que ha sido larga y durante la que he podido estar junto a grandes divos y divas y grandes directores, lo he disfrutado", admite, aunque también confiesa que no todo fue un camino de rosas ("no tot són flors i violes"). "En todas las carreras hay altibajos".

A pesar de todo, el barítono menorquín irrumpió en el panorama operístico en diciembre de 1980 cuando abrió la Temporada de la Scala de Milán en el papel protagonista de "Falstaff", bajo la dirección de Lorin Maazel. A partir de ahí ha vuelto regularmente a la ciudad italiana con obras como "Tosca", "La Traviata", "La Fanciulla del West", "Gianni Schicci", "Pagliacci" o "Cavalleria Rusticana".

Desde su debut, Joan Pons ha pisado los principales escenarios del globo, como la Opera Estatal de Viena, el Covent Garden de Londres, La Bastilla de París, La Opera Estatal de Bavaria, Hamburgo, Munich y Zurich, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, el Teatro de la Zarzuela y el Teatro Real de Madrid, las Operas de Roma y Florencia, el Teatro La Fenice de Venecia, el Teatro Communalle de Bolonia, el Teatro Regio de Parma, la Arena de Verona o las Termas de Caracalla.

Y, entre otros, cómo no, el Metropolitan Opera House de Nueva York, en el que debutó en 1983 y donde encadenó 25 años consecutivos figurando en su programación, actuando en "El Trovador", "Rigoletto", "Ballo in Maschera", "La Traviata", "I Pagliacci", "Madame Butterfly" y "Lucia di Lammermour" entre otras.

A lo largo de su extensa carrera, aquel joven que salió del Colegio Salesiano de Ciutadella, compartió escenario con personajes como Luciano Pavarotti, Montserrat Caballé, Josep Carreras o Plácido Domingo, cantante este al que rindió homenaje participando en su 70 aniversario, en el Teatro de Madrid en enero de 2010.

Web oficial de Joan Pons