TRABAJAR EN FAMILIA. El 90 por ciento de las empresas menorquinas tienen estructura familiar - Archivo

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Una de las principales conclusiones del estudio "La creación de valor en la empresa familiar europea cotizada 2001-2010" realizado por IE Business School y Banca March pone de relieve que la empresa familiar cotizada europea ha creado más valor para sus accionistas durante la última década que la no familiar, ya que han obtenido una rentabilidad bursátil muy superior a la de las no familiares.

El informe no deja lugar a dudas porque una inversión de 1.000 euros en el año 2001, en la cartera ponderada por capitalización de las empresas familiares cotizadas en Europa habría generado un valor al final de la década de 3.533 euros, frente a los 2.241 euros producidos por la cartera de empresas no familiares. Esto supone 500 puntos básicos de rentabilidad adicional por año y una rentabilidad media anual acumulada del 13,6 por ciento de la cartera de familiares frente al 8,6 por ciento de las no familiares.

El estudio también analiza una muestra de 2.423 empresas europeas con más de 50 millones de euros de capitalización bursátil, de las cuales un 27 por ciento son familiares. Entre ellas, se encuentran gigantes como Roche, LVMH o Volkswagen. Por países, Italia es el país donde la empresa familiar cotizada tiene mayor representación en comparación con la no familiar (52 por ciento), seguida de Francia, Portugal y España. Sin embargo, en el ránking de las 25 mayores empresas familiares por capitalización bursátil, sólo aparece una española, Inditex, aunque FCC, Prosegur y Ferrovial están en la lista de las de mayor número de empleados. Para José Luis Jiménez, director general de March Gestión, de Banca March, la empresa familiar cotizada combina lo mejor de dos mundos. Por una parte, los efectos positivos derivados de la propiedad familiar reflejados en un mayor compromiso de los accionistas con el proyecto empresarial y en una visión a más largo plazo. Por otro, la transparencia y los requisitos de información, supervisión y control requeridos por los mercados, que reduce posible conflicto de interés entre la consecución de los objetivos de la familia y los de otros accionistas no familiares.

La pime familiar

Si trasladamos este estudio a la pequeña y mediana empresa familiar veremos como el compromiso con el proyecte empresarial y la visión a largo plazo que se pone de manifiesto en las empresas cotizadas en bolsa es el mismo. En este sentido, para el secretario general de PIME Menorca, Pau Seguí, el hecho que la propiedad del negocio, del taller o del comercio sea familiar, genera siempre una implicación inherente por defender el presente y el futuro, que se traduce en una mayor dedicación. "El ejemplo más claro lo vemos cuando se jubila el propietario, porque no deja de acudir a diario para a echar un vistazo y preocuparse por su evolución, aunque ya no tenga ninguna responsabilidad. Es más, el día que deja de aparecer por el negocio es porque, seguramente, ha fallecido", afirma Seguí.

Prácticamente la totalidad del tejido empresarial menorquín ha tenido o tiene un componente de empresa familiar y de hecho, solo hay que pensar en algunos de los apellidos que conforman esta realidad como los Montañés, los Mascaró, Pons Quintana, Sintes o Mercadal. "De hecho, fijémonos que cuando el emprendedor empieza, si puede, también trata de recurrir del apoyo familiar, sea económico o personal", concluye el secretario de PIME.

La asociación balear

Precisamente una de las entidades que defiende a las empresas familiares de Balears como motor de la economía productiva y la generación de empleo en la zona, promoviendo la continuidad de este tipo de empresas es la Asociación Balear de la Empresa Familiar. Se trata de una asociación sin animo de lucro fundada en 1999 que hace una apuesta clara por la cultura empresarial familiar y por la formación integral de las personas conectadas de algún modo en este tipo de empresas. A lo largo de todo el año realiza actividades encaminadas a mejorar la competitividad y la modernización de la empresa familiar, favoreciendo no solo la profesionalización a través de formación específica sino también de seminarios, charlas y reuniones con grupos de interés como por ejemplo la Universitat de les Illes Balears, con la que mantienen lazos de colaboración.

La entidad está vinculada al Instituto de la Empresa Familiar, organización también sin ánimo de lucro pero de ámbito estatal, que agrupa a un centenar de empresas líderes en sus sectores de actividad, con una facturación media por compañía de 1.400 millones de euros, lo que representa de forma agregada el equivalente al 16 por ciento del Producto Interior Bruto de España y hasta el 26 por ciento si se incluyen las Asociaciones Territoriales de Empresa Familiar vinculadas a esta institución, que engloban a 1.100 compañías.

Un foro empresarial con acento familiar

El próximo jueves tendrá lugar una jornada dedicada a la empresa familiar en la que se van a abordar los elementos que intervienen en la eficacia y la rentabilidad de este tipo de empresas a través de diversos puntos de vista.

Primero, desde el punto de vista financiero, con la participación del director general de March Gestión, José Luis Jiménez, que hablará, precisamente, de este estudio promovido por Banca March y la IE Business School en el que se ha demostrado que las empresas familiares no sólo han creado más valor para sus accionistas, sino que también han generado más empleo que las no familiares.

También habrá la aportación del mundo de la universidad a través de Rafel Crespí, catedrático de Economia de la UIB, que diagnosticará el estado de la salud de la empresa familiar en Balears, en el que se ha comprobado que las empresas familiares tienen mejor acceso a la financiación bancaria a largo plazo que las empresas no familiares durante el periodo de crisis, gracias a un estudio elaborado por la Càtedra Banca March de la Empresa Familiar. Este estudio será presentado el próximo 6 de noviembre en la misma UIB.

Como ejemplo de rentabilidad en términos de experiencia personal, se contará con el testimonio en primera persona de dos empresas familiares. Por un lado Dalrit, empresa menorquina industrial del sector láctico cuyo volumen de exportación la convierten en una de las líderes del mercado. Su segunda generación ya se encarga de proseguir con el camino trazado.

Y por otro lado, Distribuidora Rotger, empresa mallorquina pero con raíces en Menorca, especialista en comercialización, distribución y logística de productos de gran consumo desde 1927. El acto se cerrará con un debate abierto.