Parados. En un lustro, la cola del paro ha crecido mucho en las oficinas de Trabajo de Menorca - Archivo

TW
0

Cinco años atrás, en septiembre de 2007, cuando la crisis económica aún no se había cebado con la economía mundial y especialmente con la española, en Menorca había en el paro 123 personas con estudios universitarios. Ahora, cinco años y una gran recesión después, este número prácticamente se ha multiplicado por cuatro, alcanzando las 487 personas. Éste es uno de los datos que surgen del estudio de los datos del mercado laboral desde el último año bueno hasta el actual, a partir de las cifras del Govern balear.

En este espacio de tiempo, el número de personas sin empleo en Menorca ha crecido un 170 por ciento, pasando de las 2.204 personas sin empleo inscritas en el SOIB en septiembre de 2007 a las 5.948 que se contabilizaban el pasado mes. Incrementar un 170 por ciento significa multiplicar por 2,7 el número de parados anterior. Paralelamente a este aumento de los parados se ha registrado un descenso en el número de afiliados a la Seguridad Social, es decir, trabajadores que cotizan al fondo para que el Estado pueda pagar, entre otras cosas, las pensiones y el sistema sanitario. Así, en cinco años la Isla ha perdido a uno de cada cinco afiliados registrados en septiembre de 2007, es decir, 7.065 personas.

Además, la Isla también ha ido perdiendo centros de trabajo, es decir, empresas con trabajadores dados de alta. Así, de los 4.500 que se contabilizaban en septiembre de 2007 se ha pasado a 3.793, 707 menos, lo que supone un descenso del 15,7 por ciento. Es decir, prácticamente ha desaparecido uno de cada siete centros de trabajo de los que había en Menorca en tan solo cinco años.

El análisis del comportamiento del mercado laboral durante estos últimos cinco años permite poner cifras a la situación que días atrás era actualidad, y es la salida del país de residentes españoles en búsqueda de trabajo en otras tierras. En Menorca, este fenómeno afecta sobre todo a extranjeros que habían llegado a la Isla en búsqueda de una vida mejor. Así, por un lado, el número de parados españoles se ha incrementado año tras año, con una muy pequeña excepción en septiembre del año pasado. En cambio, el número de desempleados naturales de otros países de la Unión Europea empieza a descender en el año 2009, y el de residentes fuera de la Unión Europea también baja a partir del año 2010. Así, desde el 2009, el número de parados de la Unión Europea ha disminuido un 14,6 por ciento, y desde 2010, el de extranjeros ha bajado también un 10,2 por cien.
Cabría pensar que este colectivo ha tenido más suerte que los españoles a la hora de encontrar trabajo, pero la explicación más coherente es la que asegura que estos colectivos, ante la situación laboral en el país al que emigraron, han decidido probar suerte en otros países.