Inicio. El curso 2013-2014 arrancó ayer para 13.227 alumnos de Educación Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y PQPI, a la espera de incorporar los ciclos formativos - Javier

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De normalidad, nada. Con este mensaje arrancaba ayer el curso escolar para 13.227 alumnos de Educación Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Programas de Calificación Profesional Inicial (PQPI). A éstos se sumarán, el próximo lunes día 23, un total de 1.117 estudiantes de ciclos formativos de grado medio y superior.

Esta falta de normalidad se repetía entre la comunidad educativa que ayer hizo uso de las camisetas verdes en señal de protesta e indignación. Y sobre todo, en respuesta a las palabras de la consellera de Educación, Juana Maria Camps, quien aseguró el jueves que "el departamento lo tenía todo preparado para comenzar con normalidad".

El patio estaba caldeado. La cadena de circunstancias que rodea el área educativa ha marcado un inicio de curso caótico para muchos, triste y tenso, para otros. Este sentimiento se palpaba en el ambiente. Y también en las entradas de los centros que lucieron pancartas y mensajes de rechazo a las políticas educativas del Govern, y de apoyo incondicional a los tres directores expedientados.

Y es que este inicio arranca con varios "reveses" para la comunidad educativa. Por una parte, la inexistencia de un delegado de Educación con el que poder tratar los problemas de la Isla. Por otra, la convocatoria de huelga indefinida que comienza el lunes con unos servicios mínimos "abusivos" para los docentes y que además se prevé masiva. Tampoco pasa por alto la "imposición" del Tratamiento Integrado de Lenguas a través de un decreto ley para tumbar la suspensión cautelar por parte del TSJIB, y los expedientes a los tres directores de instituto de Maó. A ello, hay que sumar recortes en las plantillas de algunos centros, problemas de desdoblamiento, ratios más elevadas y falta de material y mobiliario educativo.

La situación se repetía en uno y otro colegio. Un clima de tensión, tristeza e impotencia se percibía y comentaba en las salas de profesores y corrillos por un inicio de curso muy conflictivo y con muchos frentes abiertos. Pero sin embargo, en las aulas todo parecía normal. Con la mochila a cuestas y con la ilusión del primer día de clase, los alumnos ocuparon sus aulas y probablemente, los más pequeños no se percataron de la tensión que se vivía entre los profesores, gracias a la "profesionalidad" y "vocación" del colectivo de docentes.

Desde el CEIP Pere Casasnovas de Ciutadella comentan que la Conselleria les llamó a primera hora de la mañana para conocer si el inicio de curso había sido normal. "¿A qué considera usted normal?" preguntaron desde el centro. Y la contestación giró en torno a si los niños pudieron ocupar sus aulas. "En este sentido sí ha sido normal". Para el centro, la interrogación fue totalmente absurda.
centros de LLEVANT

Los padres del CEIP Tramuntana de Maó adoptaron la decisión de no llevar a sus hijos al colegio el primer día de clase en señal de desacuerdo con las decisiones tomadas desde el Govern. Y de los 67 alumnos matriculados en este curso tan solo asistieron a clase 15. "Ha sido muy triste este arranque de curso", aseguraban desde el centro, no obstante, agradecían la acción de los padres porque "con este gesto demuestran que se han percatado de que los docentes luchamos por el bien de sus hijos y no por nuestro propio bienestar".

La novedad también se ha instalado en el CEIP Maria Lluïsa Serra que comparte edificio con los alumnos del CP Sa Graduada debido a las obras de reforma de éste último. Dieciséis grupos y cerca de 430 alumnos ocupan desde ayer las instalaciones de Camí d'en Guixó con "deficiencias de infraestructura". Y es que el edificio carece, según denuncia el equipo directivo, de una red protectora en la salida a la Via Ronda, el acceso al primer piso no dispone de pasamanos y no está asfaltado el acceso al comedor, entre muchas otras situaciones. Hasta ayer a mediodía no llegó el mobiliario de tres aulas que requerían de material.

Otro centro que fue inaugurado el curso pasado y que aun padece las deficiencias de mobiliario es el centro nuevo de Sant Lluís. La dirección explica que hace un año que solicitaron el material para la sala de psicomotricidad y aunque desde la Conselleria aseguran que llegará este mes, el aula sigue vacía. El curso pasado, los docentes hicieron el esfuerzo de trasladar a los alumnos al otro centro. Pero este curso, si el material no llega a tiempo, no están dispuestos a hacerlo.

Además, también está pendiente el material para Educación Física y el patio de Educación Infantil así como equipamiento informático.
zona centro de la isla

Además de la situación que rodea este inicio de curso, en algunos centros se les suma la falta de personal docente. Así ocurre en el CEIP Mestre Duran de Alaior donde los padres reclaman tres profesores. Desde el equipo directivo del colegio señalan que se conformarían con dos. Uno de ellos posibilitaría el desdoblamiento de los alumnos de quinto y sexto, que este año deberán compartir aula y tutor y, el otro, un docente de apoyo para lograr las cifras del año pasado en materia de necesidades educativas.

Por su parte, el CEIP Doctor Comas Camps de Alaior lamenta la pérdida de hasta 40 horas semanales de atención a la diversidad. Y desde La Salle de Maó lamentan la pérdida de otras doce horas que se suman a las carencias acumuladas de otros años.

En el CEIP Mare de Déu del Toro de Es Mercadal han perdido cuatro docentes. El curso pasado disponían de dos grupos de cuarto de Educación Primaria y otros dos de sexto, cuando este año solo mantienen un grupo de cada curso. Esto supone que si las aulas eran de una quincena de estudiantes, este curso han pasado a 29 y 31 alumnos, respectivamente. Esta circunstancia no es la única que planea sobre el centro. Y es que, tal como denuncian, se ha eliminado el transporte para alumnos que residen en zonas agrícolas. La ley marca que el servicio puede suprimirse si no se superan los ocho alumnos de Primaria. En Es Mercadal solicitaron el transporte cinco de Primaria y otros cinco de Infantil. Además, respecto al transporte de urbanizaciones, se ha contratado un autobús de 13 plazas, por lo que otros siete han quedado sin posibilidad de utilizar el servicio.
en ponent

Desde el CEIP Pere Casasnovas, denuncian que el TIL no solo ha supuesto un caos organizativo y de personal sino que a su vez ha sido un "ataque directo a los alumnos con necesidades de apoyo". Y es que, tal como señalan, el equipo de apoyo ha visto reducidas sus horas de atención puesto que uno de los miembros debe dedicar horas para cumplir con el proyecto del TIL. Además, tampoco será posible desdoblar la clase de inglés de P5 puesto que el docente también debe dedicar horas del idioma extranjero a cursos de Primaria.