La maquinaria está a punto para empezar a funcionar, pero a día de hoy no hay ni compradores del agua ni precio fijado - Archivo

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La desaladora de Ciutadella es la gran esperanza del alcalde de Es Castell, Lluís Camps, para solucionar los problemas del agua en su municipio. Para ello, es necesario que se construya la canalización que debe transportar el agua desde una punta a otra de la Isla, una infraestructura que costará unos 30 millones de euros, y que aún no se sabe quién pagará.

Lluís Camps entiende que esta actuación debe tener una vocación insular, y no debe ser vista como una solución únicamente para Es Castell o Maó. En este sentido, piensa que una obra insular debe ser financiada por toda la Isla. Así, apunta que «los municipios que ahora no tienen problemas con su agua, quzás en el futuro deberán conectarse a esta instalación porque las cosas habrán cambiado. Por lo tanto, creo que la infraestructura debe ser financiada por todos».

Ahora bien, Camps diferencia entre los costes de construir la infraestructura y los de utilizarlo. Los primeros deberían ser asumidos, en su opinión, por todas las administraciones la Isla. Los segundos, solamente por aquellos municipios que consuman el agua desalada. En este sentido, apoya la propuesta en Ciutadella de UPCM de redactar un estudio de viabilidad para conocer cuál será el coste final del agua una vez llegue a Es Castell.

Camps entiende que «si hay un incremento muy importante del precio del agua, habrá que tomar una decisión», pero acto seguido añade que «aunque en el tema del agua no podemos cerrar la puerat a nada, porque es un bien de primera necesidad».

La canalización del agua desalada hasta el levante de la Isla está incluída en el Plan Hidrológico de Balears, pero no se prevé su ejecución de manera inminente. En este sentido, el alcalde de Es Castell explica que «no dejaré de insistir ante las otras administraciones para que este proyecto se ponga en marcha lo antes posible, y que sea una propuesta con garantías y respetuosa con el medio ambiente». Para decidir la conveniencia o no de la instalación, el alcalde de Es Castell afirma que «me dejaré asesorar por los técnicos, que son quienes entienden en esta materia».