Faltan solo dos semanas para el comienzo de las clases y en los centros continúa habiendo dudas, cuestiones sin resolver al cien por cien

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«Está siendo una locura». La directora de una escuela lo resume a la perfección. Los equipos directivos de los colegios e institutos de la Isla están ya trabajando a destajo esta semana, pese a ser aún periodo de vacaciones, en la preparación del nuevo curso, un retorno a las clases marcado por las instrucciones de última hora, las dudas y la adaptación a un contexto siempre cambiante.

La elección del escenario B para el inicio de curso ha conllevado un cambio de paradigma, aunque algunos centros afirman que ya estaban muy preparados para esta posibilidad. En Infantil y Primaria hay que desdoblar algunos grupos, lo que obliga a repartir más tutorías y que la tarea de docentes especialistas se reconsidere. En Secundaria, hay que afrontar la opción de la semipresencialidad en ciertos niveles.

En principio, y a tenor de las consultas realizadas por este diario, no hay demandas masivas de espacios ajenos a los colegios. El CEIP Sa Graduada y el CEIP Mare de Déu del Toro de Ciutadella coinciden en tener aulas de grandes dimensiones que les permitirán mantener las distancias sin apuros. «Con las actuales indicaciones, nos apañamos con lo que tenemos», explica Amanda Camps, del centro de Maó, donde optarán por ajustar las ratios separando alumnos de algún grupo más numeroso de forma rotatoria. Su problema añadido es que no cuentan con conserje tras la jubilación del anterior, «avisamos hace dos años». En el colegio de Ciutadella cuentan con uno de los docentes de refuerzo por la covid-19. Su directora, Antònia Carbonell, comenta que «ya trabajábamos en el escenario B, ahora lo estamos acabando de perfilar». Detecta nervios, «es muy complicado, todos tenemos que poner de nuestra parte».

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En el CEIP Mare de Déu del Carme también se las arreglan con las distancias y ratios actuales. Adaptarán las funciones de sus docentes, con la premisa de que «la salud es lo primero». Ya están recibiendo muchas llamadas de familias inquietas, explica la directora Míriam Peral. En este sentido, una de sus muchas tareas actuales es tratar de cumplir con los nuevos requisitos para el comedor. Este tipo de servicios extra preocupan a los equipos directivos. En el CEIP Mare de Déu del Toro de Es Mercadal pedirán un espacio al Consistorio para poder ofrecer la escola matinera, «todo es muy complicado» resume la directora Silvana Coll.

Colegios como el CEIP Mare de Déu de Gràcia ya han informado a las familias del calendario escalonado de inicio de curso. En este caso, en tres jornadas. Explican en una circular que están trabajando para hacer posibles los servicios de comedor y escola matinera, y de que las reuniones con las familias de inicio de curso podrían ser telemáticas o en grupos reducidos. Lo mismo comentan desde otros centros, por la prohibición de juntar a más de diez personas. Ni los claustros de docentes pueden ser presenciales.

En Secundaria, en el IES Josep Miquel Guàrdia han optado por un formato de semipresencialidad por semanas y no por días, con más o menos asistencia a las aulas en función de los niveles. David Font, su director, espera refuerzos en limpieza y ha solicitado que profesionales de enfermería den una charla a los alumnos en los primeros días de clase. No ha pedido espacios ni docentes, «no me aporta nada un especialista en una materia concreta».

En el IES Biel Martí aseguran tener problemas de espacio por la escasa magnitud de sus aulas. La directora, Joana Fullana, expone que hay buena predisposición del Ayuntamiento de Ferreries para solucionarlo, pero esperarán a tener instrucciones más concretas de la Conselleria para definir cómo afrontan el escenario B. «Es difícil porque no hablan claro, es un constante aprendizaje exprés», concluye.