Comprobación de portátiles en el ‘Cap de Llevant’ para que, en caso de necesidad, todos los aparatos estén listos para su uso | Gemma Andreu

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A seis días de que los centros educativos inauguren el curso, los equipos directivos encajan aún horarios, miden espacios y se adaptan a las nuevas directrices.

Los institutos de la Isla han optado por la semipresencialidad, en muchos casos a partir de tercero de Educación Secundaria Obligatoria. Y es que, la falta de suficiente espacio en los centros corta las alas a la posibilidad de desdoblar grupos. Tampoco habría suficientes docentes disponibles en los centros. De la ‘cuota covid’ que la Conselleria de Educación puso a disposición de los centros educativos, los siete institutos han recibido en total a tres profesores y media jornada. Aunque, algunos reflexionan que «si no tengo espacio, ya no pienso ni en solicitar más profesores». Resumen que «nos apañaremos con lo que tenemos». Falta aún por conocer si de los 102 docentes de refuerzo que anunció el Govern hace unos pocos días, alguno más va a destinarse a la Isla.

Cada centro ha adaptado su realidad a las necesidades y circunstancias que les rodean. Aunque impera la aplicación de clases en días alternos, es decir, que un grupo se divide en dos. Y las ratios, por tanto, bajan a la mitad. Unos acudirán a clase los lunes, miércoles y viernes y los otros los martes y los jueves, por ejemplo. A la semana siguiente, cambia el orden.

En el IES Biel Martí de Ferreries, ayer aún se barajaban opciones disponibles intentando siempre priorizar la máxima presencialidad como compromiso y sensibilidad hacia las familias.

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Pero el instituto está muy condicionado por los reducidos espacios de las aulas y los recursos humanos. Su directora, Joana Fullana, explica que primero de ESO debe ser presencial, tal como lo marcan las normas. Pero «no tenemos aulas ordinarias para acogerles» manteniendo el metro y medio de distancia. Probablemente los vayan a desdoblar. Y aunque echen mano del equipo de orientación, no será suficiente. De ahí que no se descarta que un mismo profesor deba impartir clase a dos grupos a la vez, ubicados en aulas contiguas. La tecnología tomará partido para que «el profesor explique en una y en la otra le escuchen». Sobre la mesa, aunque aún sin cerrar, está la opción de que los dos cursos de Bachillerato hagan clases presenciales en el auditorio mientras que para segundo de ESO se desmantelarían aulas específicas, incluso barajan la posibilidad de echar abajo un tabique para que quepan todos. Al centro también le gustaría mantener la presencialidad a tercero. No se descarta aún nada.

El ‘Josep Miquel Guàrdia’ de Alaior tiene también el plan de contingencia con un pie dentro y otro fuera. Hace 35 días que el documento está aprobado tras pasar todos los filtros. Pero el martes Inspección le notificó que no se podía aplicar. Y dos días después, se aceptó la propuesta siempre que, según les avisaron, se argumente con criterios pedagógicos, Inspección lo acepte y el consejo escolar también, filtros por los que la propuesta ya había sido aprobada. Su planteamiento radica en la presencialidad para primero de ESO. La semipresencialidad, en cambio, se hará por semanas en vez de días alternos.

Institutos como el ‘Maria Àngels Cardona’, el ‘Quadrado’, el ‘Ramis’ y el ‘Calbó’ aplican la fórmula de la alternancia a partir de tercero de ESO. En el caso del ‘Quadrado’ el método es algo distinto por el hecho de adaptarse al proyecto de enseñanzas integradas, es decir, alumnos que compaginan la formación académica con la musical. En su caso, cada grupo hará 2,5 días de clase a la semana. Y en el ‘Pasqual Calbó’ mantienen todas las clases en el aula para los grupos de Bachillerato.

Por su parte, en el IES Cap de Llevant, a las adaptaciones por la ‘era covid’ se le suman obras. Se ampliará el módulo donde se ubica el ciclo de Peluquería con cuatro nuevas aulas. Durante unos dos meses de ejecución de obras, posiblemente a partir del mes de noviembre, el espacio no podrá contar con estudiantes. La propuesta que se plantea es la de utilizar el espacio polivalente para estos alumnos del ciclo de Peluquería. Se desplazaría al recinto ferial algún ciclo formativo para que, el espacio que ocupan estos estudiantes sirva para otros alumnos de Bachillerato que también hacen uso del módulo en obras.

En el caso de este instituto, la semipresencialidad empezará a aplicarse a segundo de ESO. La biblioteca pasa a ser un aula para grupos de primero. El resto, acudirá a clase en días alternos.