El incremento de actividad en el dique de Son Blanc es sensible estos días, con siete o ocho frecuencias diarias | Josep Bagur Gomila

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La semana de Sant Joan, aun sin caballos por la calle, se está conviertiendo en una gran fiesta en Ciutadella. Desde hace unos días está llegando a la Isla una importante cantidad de gente joven, estudiantes en su mayoría a los cuales la suspensión de los actos protocolarios de la fiesta por excelencia de Menorca no ha disminuido sus ánimos de pasarlo en grande. Coincide el final de curso,    el comienzo del verano y la relajación de las restricciones vinculadas al ocio nocturno.

Alojamientos que trabajan por vías como la turoperación o el turismo más familiar de largas estancias explican que están viviendo una semana similar a las anteriores, algunos con buen nivel de ocupación, pero con clientes ajenos a la fiesta. Sí han notado repunte los apartamentos que reservan los visitantes más jóvenes o aquellos que comercializan sus estancias a través de plataformas. También los que son clientes de empresas especializadas en viajes de estudiantes.

En cualquier caso, el volumen de entradas de turistas no es, en ningún parámetro, equiparable a una semana de Sant Joan sin pandemia y con caballos. En una popular plataforma de reservas hoteleras se indica que en los días 24 y 25 de junio no hay camas en Ciutadella en el 87 por ciento de los alojamientos con los que trabaja, cuando en años previos a la covid-19 se rozaba el cien por cien. Son los de menor capacidad. Quien busque hoy una cama, la tendrá.

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«Hay más ambiente, sobre todo de gente joven, se nota especialmente por las noches en las urbanizaciones», comenta un empresario.

Las concentraciones de madrugada se pudieron ver el pasado fin de semana. La gerente de un conjunto de establecimientos explica que, en algunos de estos, requieren estancias mínimas, con lo cual han notado menos el efecto llamada de Sant Joan. La mayoría afirman que por sus manos ha pasado algún grupo de estudiantes que celebran haber podido guardar ya los libros. «Los hoteles no están llenos, la sensación puede ser de que hay mucha gente, pero no es    como otros años», concluye otro empresario. Ha sido suficiente para evidenciar los primeros problemas en servicios como el taxi o la disponibilidad de coches de alquiler a un buen precio.

Para venir a Menorca hay esta semana una importante oferta. Mallorca es el origen de turistas estrella por Sant Joan. Al dique de Son Blanc llegan entre siete y ocho barcos al día procedentes de Alcúdia. En las mismas fechas de 2019 eran nueve. Desde Baleària, que aporta entre cuatro y cinco, explican que este inicio de semana están viajando con los barcos con una ocupación media-baja sobre una oferta de entre 3.000 y 3.600 plazas por jornada. Son cifras similares al año pasado. Se espera un significativo repunte de entradas para la mañana del mismo día de Sant Joan, aunque todavía hay plazas libres. Los regresos se concentrarán el domingo por la tarde. Ya van llenos. A esta oferta hay que sumar las 2.300 plazas diarias de la naviera FRS. Por lo tanto, se puede hablar de un promedio que rondaría los 2.500 pasajeros por jornada en el dique, aproximadamente.

A esto hay que sumar las entradas por aire, con una oferta importante ya, por ejemplo, en la ruta con Palma. Air Nostrum explica que no hay refuerzos para esta semana puesto que la programación habitual está ya en junio en nivel de prepandemia. Destacan desde la compañía que con Valencia ya ofrecen este mes seis frecuencias semanales, por las tres de las semanas anteriores. También está el barco diario que llega a Maó desde Barcelona. Fuentes de Trasmediterránea constatan un aumento de demanda esta semana de Sant Joan.