Los Red Arrows en el aeropuerto de Menorca, en una imagen de archivo. | R.L.

TW
57

Menorca ha pagado los platos rotos del eterno conflicto que mantienen España y Reino Unido por la soberanía de Gibraltar y se quedó el martes sin la exhibición de los Red Arrows, la patrulla acrobática de la Royal Air Force británica.

El Gobierno británico ha confirmado que prohibió a última hora el espectáculo en Menorca, cuando estaba ya todo el dispositivo organizado para que la patrulla acrobática llegara a la Isla por quinta vez. Lo hizo, según explican fuentes de Defensa al diario The Sun, por las presiones de España para que esta exhibición no se realizará en Gibraltrar. El secretario de Defensa, Grant Shapps tomó la decisión de cancelar la exhibición en Menorca cuando los pilotos ya se estaban preparando para despegar a la Isla, explica el rotativo británico.

Los Red Arrows hace 14 años que no ofrecen un espectáculo en Gibraltar. La última vez fue en 2009, y en esa ocasión como ahora, el gobierno de España ha mostrado su oposición a que aviones militares sobrevuelen el Peñón.

Lo que enojó a las autoridades locales, denuncian en el The Sun, fue las presiones que recibieron de España para que no se hiciera la exhibición en Gibraltar. En concreto, aseguran esas fuentes de Defensa, que España amenazó en que si se hacía este espectáculo «prohibiría que los vuelos civiles entrantes [a Gibraltar] utilizaran Málaga como aeropuerto de desvío designado», lo que supondría que «cada avión con destino a Gibraltar necesitaría más combustible para llegar a un aeropuerto más lejano en caso de emergencia», lo que podría hacer que muchas aerolíneas acabaran abandonando las rutas con Gibraltar. Para evitar que el conflicto fuera a más, las autoridades locales pidieron suspender la exhibición en Gibraltar, y el Ministerio de Defensa como venganza decidió cancelar el de Menorca.

«Es totalmente hipócrita. España estaba contenta de que los Red Arrows actuaran en Menorca, para impulsar la economía de esa Isla, pero no en Gibraltar. No pueden tener su paella y comérsela», asegura en The Sun una fuente del Ministerio de Defensa británico.