Imagen de un edificio reciente del Camí de Maó que se levantó en dos pisos sobre planta baja. | Josep Bagur Gomila

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El presidente del Colegio de Aparejadores, Miguel Ángel Sicilia, advierte al Ayuntamiento de Ciutadella que las unidades de actuación no se desarrollan por la escasa rentabilidad que vislumbran los promotores. Por eso, pide que se modifique ya el Plan General en tramitación para permitir la edificación de una altura más en estos núcleos, «o que al menos se puedan construir mas pisos o unidades para que sacar adelante estas promociones sea viable. No es casual que buena parte de las unidades de actuación donde está pendiente que crezca el municipio sean las mismas que con el planeamiento antiguo».

Sicilia recuerda que el precio del mercado inmobiliario en Ciutadella «siempre» ha sido más alto que en Maó, pero apunta otras dos causas que encarecen sobremanera la adquisición de viviendas a las familias.

El principal reparo es el encarecimiento de los materiales de la construcción, que son un 30 por ciento más altos que antes de la pandemia. La «especulación» que se originó a raíz del contexto internacional y de la Guerra de Ucrania hizo que el precio de los materiales, básicamente acero, cemento y hormigón, creciera tanto entre 2021 y 2022 como en los 17 años anteriores. Desde entonces, han subido otro 5,81 por ciento, según el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, pero la conclusión general es que, al menos, «se han estabilizado».

Ha ayudado que los constructores locales cada vez recurran más a la compra directa on line de los materiales, prescindiendo de los distribuidores e intermediarios. «Los aislamientos, el pladur o las baldosas se pueden adquirir ya directamente, y muchas empresas recurren a ello para poder ofrecer precios competitivos y no encarecer en demasía la promoción».

Y ha influido también tanto la falta de mano de obra cualificada como la propia regulación laboral del sector, impuesta por el Ministerio, que prevé hacer crecer los sueldos hasta un 10 por ciento entre 2022 y 2024. Todos estos aspectos también inciden sobre el precio final que tienen que afrontar las familias para comprarse un piso.