En cuanto al perfil de las personas que viven en situación de hacinamiento, desde Caritas explican que afectan especialmente a colectivos como los inmigrantes. | P. Pellicer

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Caritas Menorca reconoce que el problema del hacinamiento es un fenómeno que se da en la Isla, y que marca el día a día de muchas personas. «Es una problemática muy alarmante y hemos visto situaciones muy críticas, como una madre y un hijo que vivían en un cuarto de baño», lamenta Dani Martín, educador social de la entidad.

Además de los problemas para la salud de las personas que comporta vivir en una casa saturada, Martín destaca que este tipo de situaciones generan muchos problemas de convivencia. «El hecho de que varias familias vivan en un mismo domicilio, crea problemas derivados de la falta de espacio, y a menudo aparecen disputas por el uso de la cocina o de los cuartos de baño, y muchas veces quien paga menos tiene menos derechos».

En cuanto al perfil de las personas que viven en situación de hacinamiento, desde Caritas explican que la pobreza y la exclusión afectan especialmente a colectivos como los recién llegados que no tienen la documentación necesaria para poder trabajar legalmente o a las madres solteras, aunque el perfil de las personas que no tienen acceso a una vivienda digna cada vez es más variado y alcanza incluso a capas de la sociedad que no hace mucho se consideraban de clase media. «Antes una familia podía vivir con un sueldo y ahora se necesitan dos, y una persona con mil euros salía adelante, pero ahora es imposible», apunta Martín.