La tentativa de venta de droga a los guardias civiles fue en el parque situado frente al polideportivo de Alaior

TW
3

Eligieron el momento apropiado, quizás, pero a las personas equivocadas. Les sucedió a dos presuntos traficantes de droga, una mujer de 32 años y un hombre de 33, el pasado 16 de agosto de 2015 en la zona del polideportivo de Alaior, entre las calles Mestre Durán y Sant Joan Baptista. Eran las 5.30 horas de la madrugada cuando se aproximaron a dos hombres en las inmediaciones del parque público de aquel lugar.

Guardias de paisano. «¿Queréis cerveza y algo más...», ofrecieron a esos dos hombres que eran, precisamente, dos guardias civiles vestidos de paisano en esa jornada de las fiestas del pueblo. Ambos resultaron detenidos tras hallarles los agentes doce pastillas de éxtasis, diez bolsitas con la misma sustancia y un peso de 5,034 gramos. Además, en su vehículo les encontraron seis bolsas de anfetaminas con un peso de 6,103 gramos, además de 4,71 gramos de cannabis.

Juicio. Un tribunal de la Audiencia Provincial les juzga este miércoles en Palma por un delito contra la salud pública que causa grave daño a la salud. El fiscal pide una condena de cuatro años de prisión a cada uno, y una multa de 1.669 euros.

«Necesita rejas y darse cabezazos en la pared». Ese fue el comentario de un padre respecto a su hijo después de haber sido juzgado el pasado viernes en Ciutadella por un delito de robo. Sabedor de las causas pendientes que tiene, el progenitor, incapaz de enderezar el rumbo que ha tomado -el menor se encuentra recluido en un centro socioeducativo de Palma- admitía que su hijo debía pasar por la prisión para volver a la calle con otra mentalidad. Hablaba por experiencia propia.

Noticias relacionadas

Posible estafa a gente mayor. Si el mes pasado ocurría en la zona del levante insular, ahora las estafas camufladas a gente mayor se han trasladado a la de poniente. Se trata de una empresa con sede en Salamanca que distribuye toda clase de productos, electrodomésticos o muebles. Los presuntos estafadores primero telefonean a estas personas indicándoles que les van a entregar un regalo, normalmente, una vajilla, y fijan una hora para acudir a su domicilio. Una vez en la casa los camelan con buenas palabras para que acaben firmando el contrato de compra de algún objeto a un precio elevado, en el que en la letra pequeña aparecen los pagos aplazados que pueden alcanzar los 3.500 euros.

Abogados sin cobrar guardias. Los abogados menorquines adscritos al turno de oficio que se encargan de los casos de violencia de género no cobran las guardias que realizan por este concepto. Solo perciben emolumentos cuando tienen que asistir a alguna víctima, al contrario de lo que sucede con los de las otras islas que sí cobran la guardia tanto si asisten como si no. La guardia, una cada 15 días, les obliga a estar localizables. Por las otras causas reciben entre 100 y 150 euros por jornada independientemente de que tengan que asistir a alguna persona.

Contacto visual no permitido. Es la medida no escrita cuando se trata de menores, y la que deberá cumplir la adolescente de Ciutadella que fue condenada a un año de tareas socioeducativas el pasado viernes, por acosar a una compañera de su instituto. No podrá contactar con ella, pero al ser imposible cumplir una orden de alejamiento, queda sobreentendido que no podrá estar en el mismo lugar en el que tuviera contacto visual con ella.

Absuelto de robar a sus padres. Un joven de unos 30 años de edad fue detenido por haber robado el bolso a su madre, con 5.000 euros en su interior, de los que solo cogió 50 porque no vio el resto que estaba en un forro interior. Fue denunciado por sus padres debido a este robo y a su comportamiento agresivo hacia ellos por su adicción a las drogas. Los hechos ocurrieron a finales del pasado verano en una urbanización de Sant Lluís. A la hora del juicio celebrado recientemente, los padres no ratificaron la denuncia y se negaron a declarar por lo que el inculpado fue absuelto por el juez.

Rumanos. La Policía Nacional de Ciutadella procedió a identificar a un grupo de ciudadanos rumanos en un supermercado la pasada semana por su actitud sospechosa. Al parecer algunos de ellos se dedican a pedir donativos para una asociación nacional de sordomudos.