Puntos de recogida de productos. Actualmente existen 19 en Maó y diez en Ciutadella. Se suelen recoger cada semana entre 700 y 1.200 productos.

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En un año en el que han pasado tantas cosas malas «también ha habido muchas positivas, aunque a veces cueste verlas». Las palabras son de María Prieto y hablan de un proyecto, Cadena de Favores, nacido a raíz de la pandemia y que justamente hoy cumple un año de vida. «La gente ha mirado al vecino, la vida nos ha hecho parar y darnos cuenta de que no estamos solos», añade quien ha sido una de las impulsoras de una iniciativa que no deja de crecer.

Prueba de ello es que se ha generado una comunidad en Facebook de la que forman parte 7.200 personas, una cadena robusta que mira al futuro con nuevos horizontes. Un camino que les ha conducido a convertirse hace escasas fechas en una asociación constituida formalmente.

Se trata de un proyecto que tiene muchas vertientes, una de las principales la movilización para llevar a cabo recogidas de alimentos. Pero también se proporciona información a las personas que contactan con la comunidad de ayuda, que posteriormente derivan a Servicios Sociales.

Estamos hablando de una cadena que hace de enlace con quienes necesitan ayuda a través de la relación estrecha que mantiene con las instituciones de la Isla (principalmente Ayuntamiento de Maó y Consell), entidades como Caritas o Cruz Roja, la Iglesia Evangélica, diferentes empresas locales, supermercados... «Nos falta espacio para nombrar a todos los que colaboran y dar las gracias a todos los miembros del grupo», resume Prieto en relación a la gran respuesta que ha tenido la iniciativa.

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El proyecto tiene su extensión a través de la red, principalmente mediante un activo grupo en Facebook, foro en que el intercambio de favores se hace a diario y con muy buenos resultados. «Todas las personas del grupo han demostrado que en tiempos difíciles sabemos sacar lo mejor de nosotros mismos y nuestro lado más solidario», relata Prieto, quien reconoce que ha habido historias muy bonitas. Gente acogiendo a personas en su casa, ayuda directa para llenar la despensa de familias con dificultades, una mano para hacer una mudanza a quien no se puede valer por sí mismo, profesionales que ofrecen servicios a quien no puede costearlos.... La lista es larga, y fruto de ella «se han generado muy buenas amistades».

Desde Cadena de Favores sostienen que además de en la solidaridad creen que en tiempos como los que estamos viviendo «es importante que no decaiga el ánimo de las personas y para eso contribuimos a mantener la energía positiva. Todos podemos hacer algo para mejorar nuestras vidas y las de los demás y contribuir a un mundo mejor», resume Prieto.

El grupo también ha tirado de los favores de profesionales que se han prestado a ofrecer charlas de apoyo en diferentes temáticas. En lo que se refiere al futuro, tienen pensado seguir creciendo con cursos y talleres de cocina con alimentos básicos de la cesta o cómo hacer una compra semanal, que impartirá el chef Tomás Cano; charlas psicológicas para gestionar la ansiedad, cuentacuentos y colaboraciones con el Claustre del Carme.

Así, Cadena de Favores aspira a seguir consolidando un proyecto fiel a la filosofía con que nació: «Para nosotros es muy importante no solo ayudar, sino ayudar bien», dice Prieto, quien avanza que se seguirán manteniendo reuniones con entidades e instituciones para conocer a fondo las necesidades y así poder trabajar en propuestas que aporten soluciones.