Heapy: «Si no son queridos, los turistas no vendrán»

Mientras Heapy es seguido con arrobo por lo más granado de los hoteleros menorquines, que asienten y aplauden, aún resuenan los ecos del conde-alcalde de Ciutadella y diplomático Gabriel de Olives Saura (1854-1902) y del último gran conde, Bernardo de Olives y de Olives (1881-1966), que mantuvieron la historia y la caballerosidad del linaje. La naturaleza humana, las circunstancias y decisiones sorprendentes e irreversibles motivan que el escudo nobiliario de los Torre Saura luzca hoy, enfrente, en la fachada de Can Salort, y que su actual titular sea Carlos de Salort Sintes.

La sólida intervención, íntegramente en inglés,    de Steve Heapy en Cas Comte, en la misma sala donde se conserva aquella silla que utilizó la reina Isabel II durante su visita a Menorca 1860, nos sitúa ante la transformación de una economía agraria insular, dominada por los propietarios de los llocs más extensos, a un modelo socioeconómico que depende y mira al turismo.

Lo denominamos, con eufemismo distraído, ‘sector servicios’, cuando en realidad el negocio se mide en Menorca por la llegada de visitantes, el número de estancias, la ocupación de los establecimientos -hoteleros y de alquiler-, y el gasto turístico. Otra cuestión son las rentas que quedan aquí y se reinvierten, y aquellas que escapan fuera a la cuenta de resultados de las grandes corporaciones.

Porque no han prosperado los intentos de diversificar o desestacionalizar, con una economía local, dependiente en más de un 80 por ciento, del turismo; y una Isla que hiberna desde noviembre a mayo, excepto los días de Semana Santa y ‘puentes’ largos.

El turismo de calidad

De ahí que las palabras pronunciadas por el primer ejecutivo de Jet2 y Jet2Holidays resuenen y atruenen más que los pasos de aquellos condes que forman parte de la historia de Menorca.

Heapy, que este año trabaja con 76 hoteles y 119 viviendas vacacionales, y traerá 122.000 turistas desde diez aeropuertos británicos a la Isla, advirtió a los políticos que deben tener sumo «cuidado» con los mensajes que lanzan con respecto a limitar el turismo. «Si se da la impresión de que no son queridos, los turistas se irán; no vendrán», avisó, con un recado similar al que hizo llegar al Cabildo de Lanzarote mediante una misiva.

Pide a nuestros gobernantes el    consejero delegado de Jet2 Holidays -empresa que ya ha superado a TUI como mayorista líder en Reino Unido-, que valoren el impacto de los mensajes «antiturísticos» y los planes para limitar el número de visitantes en España y en Balears. Una advertencia dirigida a quienes gobernarán después del 28-M en Balears para que se pongan de acuerdo hacia dónde quieren llevar a la industria turística con los planes de decrecimiento y con el «turismo de calidad o lo que sea que eso significa».

Se cierra el ciclo     

La visita de Steve Heapy a Menorca no se limitó al encuentro con los hoteleros en Cas Comte, con desayuno incluido con producto menorquín que ofreció el Grupo Sagitario.

Durante dos jornadas, el CEO del primer mayorista del mercado británico descubrió la Menorca más auténtica. Su recorrido por la Isla incluyó la visita a Biniatzem, uno de los llocs que ha adquirido Sebastián Triay Fayas, con gran proyección futura en Ashome. Y aquí se cierra el ciclo, porque fincas que pertenecían a grandes propietarios rurales se han incorporado al negocio turístico menorquín tras ser adquiridas por empresarios del sector para aportar producto local a sus establecimientos.

Con Triay Fayas, que actuó como anfitrión, y Biel Pons Cardona, alma de Viatges Magon, Steve Heapy disfrutó de una experiencia agrícola-ganadera que calificó de ‘excepcional’. Lejos quedaban los fríos despachos financieros de la City de Londres, porque junto a la carretera de Migjorn estallaba la primavera menorquina. Biniatzem le deparó la oportunidad de descubrir un mundo auténtico y natural, donde cada día se elabora un gran queso con las vacas que pastan en libertad en las tanques.

El obispo párroco

Gerard Villalonga inicia, coincidiendo con su 65 cumpleaños, su trayectoria como obispo de Menorca. Como mínimo, diez años como pastor de la Diócesis.

Conoce el DAFO de la Iglesia local (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades) y los cambios que introducirá en las parroquias y los órganos diocesanos se aplicarán a partir de septiembre. Seguirá ejerciendo como obispo párroco en Sant Francesc de Ciutadella.

En su ordenación fue advertida y comentada la ausencia de Francina Armengol y Marc Pons.