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La radiografía del mercado laboral de Menorca pone de manifiesto que durante este año se ha alcanzado el nivel de empleo más alto de la última década, pero también evidencia que es la isla de Balears donde los contratos temporales tienen una mayor relevancia. Los datos son contundentes: en todo el año se han firmado 34.670 contratos, pero el 84 han sido de temporada y sólo uno de cada diez tiene carácter indefinido.

El peso del sector turístico en el conjunto de la economía menorquina y su acusada estacionalidad motivan esta temporalidad laboral, que adquiere especial incidencia a partir de noviembre -cuando termina abruptamente la temporada turística- y hasta abril. La industria y la agricultura-ganadería han ido reduciendo su tamaño y aportación al PIB insular, lo que provoca el aumento de la dependencia del sector servicios, nucleado en torno al turismo. En este contexto debemos situar la ‘limpieza’ efectuada por el Instituto Nacional de Estadística en los padrones municipales de habitantes, que sitúa la población oficial de Menorca en 91.920 personas, 3.532 menos de las cifras que aportan los ayuntamientos. Datos que invitan a la reflexión y la decisión.