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La presidenta Francina Armengol explicó ayer, en el primer Foro Menorca de Economía Banco de Santander, las dificultades del Govern para explicar, transmitir y convencer al Gobierno de España y a la Unión Europea sobre las singularidades de Balears con el objetivo de lograr más compensaciones que reduzcan los sobrecostes de insularidad en el archipiélago.

Estos obstáculos tienen su origen en la errónea percepción que sobre Balears se registra en los despachos estatales y comunitarios al valorar la evolución del PIB y otros indicadores económicos que, a los ojos de Madrid y Bruselas, nos configuran como una ‘comunidad rica’. También influye que, a diferencia de Canarias, no somos unas islas ultraperiféricas, pero, al igual que el archipiélago atlántico, el archipiélago balear es una región insular. Este hecho geográfico provoca unos costes que deben ser compensados para situarnos en igual de condiciones que los ciudadanos y las empresas de la península. En este contexto situamos la reclamación para modificar la ‘ley de minimis’ y conseguir más bonificaciones para reducir el transporte de mercancías. En caso contrario, nuestro bienestar y competitividad se ven mermados.