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Los datos sobre la evolución del desempleo conocidos el martes y el informe de coyuntura presentado ayer por el Govern coinciden en la debilidad menorquina frente al resto de territorios de la Comunidad balear. No es nueva esta apreciación de crecimiento más moderado que, en situaciones como la actual, se traduce en una recuperación más lenta. Mallorca y Eivissa han quebrado la línea descendente en el último trimestre del año pasado y abonan el optimismo del conseller Carles Manera, quien en función de esos apuntes muestra su confianza de que la economía balear salga este año de la recesión, antes incluso que el resto del Estado. Menorca, sin embargo, mantiene todavía la tendencia negativa y se presenta menos dinámica en el ámbito turístico, el motor más importante del cambio de registro que ya se advierte en las otras islas.

La estadística del paro de febrero ofrece una radiografía similar, el desempleo aumenta ligeramente aquí y baja en el resto de la comunidad, si bien el mes anterior la circunstancia fue inversa y, en todo caso, la variación es muy ligera en términos absolutos. Será marzo el periodo que consolide una tendencia que de momento mantiene a Menorca en la peor posición.