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Alguien, que no viene al caso, me llamó lamentándose de que no escriba sobre el grave problema que ha surgido y se va agravando sobre las casetas costeras, a lo que respondí que nada tengo que decir. De ello hablé y he hablado, probablemente más que nadie, para esto están las hemerotecas que lo confirman, de veinte a veinticinco años atrás, cuando parecía que lo mío era puro romanticismo. Que esteia tocada des bollo.

Escribí y describí, con todo lujo de detalles al estilo Guideta, como se vivía en la orilla, en la ladera norte. Fonduco y otras calas. De la distribución, de su huso, el desplazamiento, por tierra y por mar. Lo mismo hice con es magatzems de Baixamar. Muchas veces me alegré de haberlo realizado, dando pie a jóvenes periodistas a interesarse por el tema.
Al inaugurar el nuevo baixamar, al estilo Banús, fui la única menorquina que se atrevió a escribir en este periódico, "mi diario", por el que tanto amor y respeto tengo, la pifiada que estábamos cometiendo. Muchas luces, muchos bares, tabernas, restaurantes, tiendas de Déu sap què, pero despreciamos lo nuestro, nuestros almacenes, llenegalls con sus embarcaciones, escalinatas donde los niños aprendían a pescar junto a sus abuelos y también a nadar. Y por si no s'havia fet prou mal a s'entorn, los del Ayuntamiento, adquirieron una estatua a un íntimo amigo que tras muchos años de haber realizado el trabajo no hi havia manera de vendre-la. Y ahí está, la mujer de la cola, que dije digo y diré que nada tiene que ver con nosotros. Lo nuestro podría haber sido un niño de pantalón corto con su caña de pescar, o bien un anciano simulando el apaño de sus redes.
Pero los mahoneses somos unos chulos, tan chulos que siempre hemos ido tras las perifolladas de los de afuera. Lo de allende los mares fue mejor que lo nuestro y, así se encuentra aquel Mahón, que inspiró a un anónimo llamándola ciudad hermosa y galante...

Y ya que me encuentro en Baixamar, aprovecho para aclarar un disbarat com unes cases que hace unas semanas se publicó.
El segundo motor Joyca, adquirido por un mariscador, no fue el de los hermanos Capó. Es preciso que rectifique tal error ya que fue el mariscador Bernardino Mus es Favets. Debo añadir que éstos fueron colocados por Gregorio Caules Llull en 1948 van ser de sa primera enfornada. Mientras que los Capó lo adquirieron a finales del verano de 1954, para ser más exactos el van tirar a la mar el 17 de septiembre de 1954. Cuando en el puerto ya había un bon grapat de los mismos. Siendo de 5 HP y no de 3.

Ya sé que estas cosas son de poca o mucha monta según se mire ho escrivim seriosament o en broma. A cuantos les interese comprobar el archivo de los motores Joycas marinos, no tienen más que ponerse en contacto con esta servidora a quien, como siempre, le encanta confrontar aquestes coses. Por ventura que el de las motoras era exageradamente meticuloso a la vez que muy ordenado y como ya dije en otras ocasiones, al nacer el motor en su taller, él fue el único que los fue colocando en las embarcaciones. La casa Joyca se encargaba de venderlos y por supuesto de cobrarlos, y mi padre emitía una factura aparte al cliente por los gastos dispensados de montaje a sa barca. Ello hizo que se abriera una libreta de facturas, donde se encuentran registrados con su correspondiente sello o timbre que cada uno quedaba estampado.

Casualmente, repasando estas anotaciones, me he dado cuenta de las cantidades que quedaron por cobrar. Donde debía decir cobrado, Gori, siempre con su buen humor, que le caracterizó hasta el último momento de su vida terrenal, escribía con su caligrafía impecable... Déu l'hagi perdonat.
Hay que añadir que es Cametes como llamaban a los hermanos Capó, navegaban con un motor marino Wippek. Uno más de los famosos " Taxis David" de Barcelona. Fueron varios los instalados, procedían de viejos taxis que Gori instalaba haciéndolos funcionar y dando muy buen resultado.

Hablando de curiosidades, añadiré que mi padre cobraba a 8 pesetas la hora. Sus operarios Juan Gili y Antonio Seguí a la mitad y observo que Máximo de Fornells, al cel sia, a 3.
Otros precios, fueron:
El famoso Grifo d'en Gori, inventado por él mismo y que con los años cierta casa Volvo Penta copió " tal cual", ya que el de las motoras no lo había patentado.

El juego de platinos valía 37 pesetas. 5 aros de pistón de motor Joyca, 50. Una junta de culata, 29,70. Seiscientos gramos de bronce, 45. Una soldadura de estaño, 5. Hacer un cojinete de bronce, 31. Confeccionar una estopadura y poner dos tornillos, 70. Una soldadura en plata (en casa de Massa de la calle de San Fernando), 4 pesetas. Una soldadura autógena, 9. Una pipeta, 10,70. 780 gramos de barra de acero de 23 mm de diámetro, adquirido en las Sumadoras Comercial, 26,50. Por ir a Villacarlos (ida y vuelta), 2 pesetas.
Desincrustar un bloque de motor marino, 10 y el litro de sustancia desincrustante, 13 pesetas. Debemos recalcar que era el único taller de la Isla que tenía esta especialidad de desincrustar las culatas de los motores marinos, gracias a un invento de aquel Gori que sabia posar sa mà per tot.

Una bujía usada, 25. Bajar un motor al muelle desde casa Gori a cualquiera des llenegalls, 6 pesetas. El precio de la silla de madera, como llamaban al asiento del motor, hecho por algún carpintero, tenía un coste de 35 pesetas. La mayoría de propietarios disponía de uno de estos asientos tan prácticos para desplazarlos de un lugar a otro, una vez sacados de la embarcación. La primera que se hizo, según diseño de Gori, fue en el taller de ebanista del señor Murillo, que tenía en el sótano de la casa frente al cine Consey; se trataba del padre d'en Murillo, nuestro gran historiador, al cual debo agradecer su simpatía y reconocimiento hacia el mío, quien siempre añadía, va ser una llàstima que ton pare quedés a Menorca.

En 1954, Le fue aumentado el jornal a Gili, pasando a 6 pesetas, la hora.

El verano de 1950 estuvo plagado de sucesos difíciles de olvidar. Tras dos años de batallar constantemente con la infinidad de contratiempos des nous motors, que a veces amargaban las salidas de sus propietarios en vez de ofrecer la dicha que debía ser la de no remar . Bartolomé Jover Bru, que sempre pensava quina la havia de fer, decidió organizar una especie de fiesta marítima, a la que tituló : 1ª Carrera de embarcaciones a motor Joyca. Tuvo lugar la segunda fiesta del patrón de España, por aquel entonces San Jaime, tenía tanto poder que se cerraban comercios, fábricas, forns i botigues. Los mahoneses, participaban de los festejos junto a los villacarlinos.
Si los días 24 y 25 se vestían las mejores galas para ir a sudar de lo lindo, tal como se acostumbraba, la festividad de santa Ana, sa segona festa, se vestía de manera informal. Calzando las blanquísimas alpargatas catalanas, atadas en la pierna. Mientras, las madres preparaban un perol para ir a cenar a la orilla del mar, o bien en Calasfons o en cala Corb y algunos en es Moll d'en Pons, las jóvenes hacían lo propio, poniendo apunto sa panera con la toalla, el albornoz , el bañador, el peine y una botella con agua de colonia para darse una especie de ducha a n'es clotell después del baño.

El 26 de julio de 1950, se dispusieron los botes un devora s'altre, escuchándose un tiro como señal de salida. Aquel fue el sus!, por cierto muy emocionante, llegando por el siguiente orden:
Embarcación: "Mari Luz", patrón, Antonio Sanz; José Luis Preto a bordo de la "Shanti Andoa"; "El explorador" del señor ¿? Pons; "Marga-Lin", de Sánchez; Avelino Melsión Guasch con su "Avelino"; Juanals y su "Costa Brava"; y el señor Piña patroneando a "Salo y Bel".

Uno de los requisitos fue que los botes equipados con motor de 3 HP debían ser de 20 a 25 palmos, y tan solo podían navegar dos personas.
Como anécdota quisiera comentar que cuando Gori iba a subir a la embarcación de su íntimo amigo Avelino de can Gaspar, alguien del público fue en busca de los que participaban como jurado, para que se lo impidiesen, alegando que él como buen conocedor del funcionamiento del motor no podía participar, ya que a buen seguro sacaría el máximo rendimiento pudiendo darle la ventaja de ganador.