La Fundació de Personas amb Discapacitat de Menorca ha renovado su estructura y ha aprobado su nuevo presupuesto, con una reducción de costes, al no tener que acometer las mismas inversiones que el año pasado. Mantiene y potencia sus servicios, con una original propuesta de una área de atención precoz para niños de 0 a 6 años, además de ampliar el número de entidades adheridas, que ya son 14.
La Fundació ha conseguido además un objetivo que puede tener consecuencias muy interesantes para la Isla. Ha abierto una vía de relación con la Casa Real, con motivo de la decisión de los Príncipes de destinar un dinero de la herencia de Balada a un proyecto de la entidad, como es la inserción laboral de jóvenes discapacitados. Hay que dar valor a esta decisión y además apoyarla para que la relación que se ha establecido por este motivo de don Felipe y doña Letizia con Menorca pueda crecer con nuevos proyectos y propuestas. No se trata solo de una cuestión de forma, sino de fondo. El compromiso de la Casa Real con los jóvenes con algún tipo de discapacidad leve para que puedan encontrar un empleo, en estos tiempos tan complicados, es un mensaje positivo de implicación de las instituciones con la sociedad. Un buen ejemplo.
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