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Un servidor tiene el disco duro de la sorpresa detrás de cada esquina del vivir diario tan vapuleado, tan desengañado, tantas veces agredido, que ya ni se me alcanza como aún amanecen días que me sorprendo ante la indignidad, ante la orfandad de la asquerosa indiferencia con la que algunos actúan.

Ahora, que los Ayuntamientos y Gobiernos autonómicos, están reduciendo a mansalva personal para ahorrarse unos euros, ahora que la Generalitat Catalana, al rebufo de lo propuesto por el modelo lusitano, pretende desde el ordeno y mando, dejar a los médicos sin media paga de Navidad. Ahora que Zapatero y Rajoy, han acordado reformar la Constitución para limitar el déficit, ahora que EE.UU alerta de una "suspensión de pagos en cascada" por toda Europa, ahora que el Estado nacionaliza las Cajas de Ahorros ahogadas por el ladrillo, ahora que España tiene ante sí cada dos por tres la amenaza de la recesión, ahora que tenemos a miles de compatriotas camino de ver como se esfuman sus ahorros de toda una vida, ahora que bancos y cajas piden "a papá Estado" que se prorroguen las emisiones con su aval, porque tienen muy cuesta arriba obtener por sí mismas la financiación que necesitan, miren ustedes por donde, va y aparece una tal María Dolores Amorós, otrora Directora General de la CAM, una de las cajas curiosamente con peor situación financiera, y, como si eso no fuera con ella, va la espabilada y se adjudica una pensión vitalicia de 369.497 € al año, por lo que ha sido apartada del puesto, pues al parecer también, traía unas cuentas nada ajustadas a la exigente honradez. Finalmente, como digo el Banco de España la ha puesto de patitas en la calle.

Pero fíjense la cara de algunas de estas personas. Todo esto que les acabo de contar después de haber realizado una gestión tan desastrada que ha llevado a la CAM a la ruina.
Según informaban fuentes sindicales, el antecesor de esta señora, un tal Roberto López, tenia un salario de 700.000 € anuales (nada, una fruslería), le dieron una indemnización de más de 3.000.000 de € ("El Pais", jueves 29 de septiembre 2.011, pág. 24).

Por si todas esas barbaridades no fueran suficientes para escandalizar cualquier conciencia, fíjense en lo siguiente: "tres directores de Novacaixagalicia, reciben 23,6 millones por su cese (Portada de "El País", martes 4 de octubre 2011). Una ofensa para mileuristas, pensionistas con pensiones que no alcanzan ni para la elemental subsistencia, parados que no encuentran donde trabajar y que ya no cobran en ningún sitio. Miles de personas agavilladas ante la cruda realidad del menesteroso que al anochecer rebusca en los contenedores de los supermercados, lo inútil, lo invendible, para así obtener a hurtadillas, clandestinos, su miserable sustento.

Lo ofensivo, lo grotesco, lo doloroso para el contribuyente es, que precisamente esas entidades, que manejan el dinero como si nadaran en la abundancia, dando estas vergonzosas indemnizaciones, han tenido que ser socorridas, podríamos decir rescatadas con dinero público.

Novacaixagalicia ha recibido 2.465 millones del Estado, es decir, nuestros, y ahora van y le sueltan sin pudor a un tal José Luis Pego, nada más y nada menos que 10,8 millones, a un tal Gregorio Gorriarán 7,5 millones, y a un tal Javier García Paredes, 5,3 millones. Otro que tampoco ha salido con una mano delante y otra detrás, ha sido el ex director general de Caixa Galicia, José Luis Méndez, que además de una pensión millonaria, tendrá también coche, chofer y seguridad privada, a cargo de la entidad.

Fíjense lo que cambian las cosas de un país a otro país. En vez de llevarlos a que respondan ante la justicia por el mal funcionamiento de las entidades que gestionaban, como han hecho en Islandia, aquí los mandan a casa forrándolos antes de millones ¡ole…ole…y ole!.

No sé porqué me viene tanto a la memoria últimamente lo del "corralito de Argentina", debe ser una incontrolable cacofonía, o que en vez de atacarme la gripe otoñal, me ha dado un tabardillo de no te menees.

Luego se quejan de que existan los indignados.