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El PP nos presenta estos días la Ley de Transparencia, tarde, pero más vale tarde que nunca. Ley que ya tienen en un montón de países: Suecia, Alemania, Reino Unidos y EEUU entre ellos.

Personalmente me parece que ya era hora, siempre que "la letra y la música" de esa Ley se cumpla y que no estén exentas demasiadas cosas que presumo van a seguir siendo opacas. La Ley puede ser buena si se hace cumplir, porque el problema de los gastos superfluos, en algunos casos verdaderamente vergonzosos, añadidos a los casos de prevaricación, dineros recibidos en función de qué terceros se llenen la cartera, falsedad documental, etc. etc., estriba, en que tanto el PSOE como el PP, sólo ven al delincuente político en el partido contrario, y nunca o cuando ya no hay más remedio, entre sus propias filas. Esa postura tan errónea, no da precisamente muchas esperanzas a que de una vez por todas, ahora se vayan a hacer bien las cosas que llevan los políticos 30 años haciendo mal.

Fíjense que ganas de atajar la corrupción deben tener cuando dan el ejemplo que dan, llevando entre los candidatos en las últimas elecciones, tanto generales como municipales y autonómicas, a miembros del partido imputados, y si eso es ya de sentir vergüenza ajena, ni les digo cuando te pones a pensar que para algunos votantes les da también exactamente lo mismo, pues sucede que individuos imputados, pueden ser nuevamente premiados por sus conciudadanos con mayorías absolutas (sí, ya sé, que un imputado no es un condenado, al igual que también sé, que para ser imputado, un juez tiene que ver una presumible carga culpativa, tener por lo menos indicios de que algo se ha podido hacer mal. No me cabe en la cabeza en un Estado de derecho, que un juez se ponga a imputar por lo se le antoje, ¡vaya, digo yo!) Lo que viene a demostrar, que ya nos ha salido un callo en el alma, cuando el choriceo real y presunto se acepta, porqué es uno de los nuestros. Así es muy difícil erradicar la metástasis de la corrupción política. A fin de cuentas, los dineros trapicheados de esos comportamientos vergonzosos o directamente delictivos, no proceden de las arcas del mismo partido, si no de ciudadanos tan o más corruptos que el político corrupto, que por dinero o por cualquier tipo de beneficio corrompen, o son caudales esquilmados de las arcas del contribuyente, lo que aún es peor, pues el que corrompe con sus regalos o con sus dádivas, lo hace con su propio dinero, mientras que el contribuyente aporta un dinero a la colectividad común regulado por la Ley. Son dineros distintos, pues el del contribuyente, debe de tener para el político que lo gestiona, la condición del máximo respeto y poner en ello su mejor hacer, Pues para eso y no para otra cosa fue elegido, y no como pasa en demasiados casos, que con el dinero público, se lucra quien precisamente debe vigilar en qué se invierte y que se invierta bien.

La idea que presenta el PP me gusta, y además me gusta mucho, si sirve para erradicar de la política tanto mangante sea del partido que sea, ocupe el cargo que ocupe y se llame como se llame.