TW
0

Afortunadamente para sus artífices no constituye ninguna novedad el éxito de público y organización cosechado por la XVII Fira del Cavall. Cada año son miles las personas que pasan por este evento. No obstante, sí es una novedad, igualmente positiva, la incorporación de nuevos elementos a esta esperada cita anual, como ha sido la sección de venta de ejemplares de raza menorquina. El montante de las operaciones, varios miles de euros, no ha permitido cerrar ninguna venta in situ, pero sí se han establecido contactos previos con posibles compradores de distinta procedencia. Está bien innovar, no conformarse con la fórmula de siempre aunque sea exitosa, y está bien intentar dar una salida más a aquellos propietarios a los que interesa desprenderse de sus animales. Aunque quizá sea demasiado aventurar, por aquello de lo incipiente de la iniciativa, cabe pensar que en un futuro no demasiado lejano la venta de caballos de raza menorquina en un rincón de la feria puede llegar a convertirse en un reclamo por sí mismo, en un atractivo que podría conllevar el desplazamiento hasta la Isla de visitantes más o menos esporádicos de poder adquisitivo alto. No sabemos lo que se logrará, pero sabemos que sin innovar no se logra nada.