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En realidad, lo que falla es el concepto base. A estas alturas ya saben desde aquí hasta la luna que a los españoles no nos va lo legal. Que hacemos de la pillería y la "barriobajonería" nuestra religión. Por eso empeñarnos en organizar unos Juegos Olímpicos no pega. Quizás va siendo hora de plantarnos en la sede del Comité Olímpico Internacional en plan macarra y sin pedir turno, plantarnos en el atril y decirles, así en plan 'para chulo, mi pirulo': "Misters and misses, we have an idea, we organizaremos a juegueixon olimpicaixon de la hostieixon" (léase con su correspondiente inglés macarrónico).

La idea consiste en crear los Juegos 'Chorilímpicos'. Partiendo del concepto de los Juegos de toda la vida, montaríamos reuniones multitudinarias para elegir la sede donde acudirían presidentes, consejeros, alcaldes, delegados, directores, primos, vecinos y sus respectivas mascotas a cargo del contribuyente. Ahí comenzarían los juegos. Los dirigentes de la ciudad elegida tendrían la obligación de hinchar a su antojo las facturas en la construcción de las instalaciones. Ganaría, evidentemente, el que tuviera la cara más dura y añadiera más ceros al albarán. Como Matas en el Palma Arena, por ejemplo.

Otra disciplina podría ser la de la corrupción pero en plan triatlón. Los 'deportistas' tendrían que recalificar unos terrenos, conceder licencias y trincar los maletines en tiempo récord y del tirón. Imagino que las luchas serían encarnizadas. Puede que también tuvieran éxito las carreras en coches oficiales, o la adjudicación de sobresueldos en negro por hacer nada y por hacer menos que nada.

Como somos el hazmerreír de medio planeta -la otra mitad todavía no tiene internet y por lo tanto no puede descubrir nuestras pifias mediáticas-, el dopaje no es que estuviera permitido, es que debería ser obligatorio. Si un atleta no tiene tropecientos esteroides por litro de sangre se le prohibiría competir en ninguna disciplina.

Creo que si optáramos por esta modalidad, tendríamos deportistas que tendrían más medallas que Usain Bolt y Michael Phelps juntos, como Bárcenas. El único pero que le veo a la situación es que la pugna entre las ciudades se reduciría al territorio español, aunque ganaríamos siempre. Me da a mi que Baleares partiría con mucha ventaja. Por tradición, digo. Y por la cantidad de chorizos que campean, claro.

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dgelabertpetrus@gmail.com