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Por el MENORCA l «Es Diari», del viernes 20 de febrero, página cultura 21, me pude informar que en la galería Jorge Alcolea de Madrid, justo en la calle Pablo Coello, 28, en pleno Barrio Salamanca, exponían obra cuatro pintores de Menorca: Rafael de la Rica, Pedro Caules, Fulgenci Torrents y Miguel Cardona. Yo que soy asiduo visitante de las galerías madrileñas y con más afán de las galerías de esta zona, ya sé de antemano que lo más lógico es disfrutar de pintura, fotografía o escultura de artistas consolidados o emergentes, la mayoría, por no decir todos, con el exigible marchamo de calidad. Toda esa zona está bien servida de galerías, algunas de gran prestigio. Y como es natural, entre ellas pugnan por ofrecer obra de calidad. Confieso que no conocía el trabajo de los cuatro pintores que exponen hasta el día 8 de marzo en la galería Jorge Alcolea. Además, estos días cualquier otra cosa me venía a contrapié, tenía que ir a la Feria de Arco y a Art Madrid. Por si no fuera bastante, el viernes día 27 de febrero clausuraba mi propia exposición de fotografía africana en la Quinta de Cervantes de Alcalá de Henares.

La inauguración de los cuatro pintores menorquines fue el 26 de febrero, de manera que me perdí una muestra de productos típicos de Menorca, gin amb llimonada o pomada, queso denominación de origen Mahón- Menorca y tampoco pude hablar con ninguno de los cuatro pintores ya que yo fui a ver su obra el sábado 28, que a fin de cuentas, era lo que más me interesaba. Y les confieso que quedé satisfecho. En términos generales me gustó. Y en dibujo y pintura soy de condición exigente.

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Me gustó lo de Rafael de la Rica, un logrado realismo sobre un fondo tenebrista que le da a sus bodegones la añoranza de los bodegones antiguos. Lo de Fulgenci Torrents es completamente diferente; sus bodegones sobre madera tienen de entrada la acertada osadía de un soporte original, buena luminosidad, buen dibujo y lograda composición además de unas texturas perfeccionistas. Lo de Pedro Caules, en mi opinión, tiene la virtud de los autodidactas, que no le deben nada a nadie. «Fiestas de Sant Joan» debió de ser para su autor un reto al toparse con manos y caras. Las manos siempre han sido un talón de Aquiles para los artistas, rara vez se resuelve con fidelidad esta cuestión. Por eso me gustó más «Descansando», un óleo sobre tela, 110 X 73 centímetros, lograda y original composición, buena profundidad. De Miguel Cardona, desde mi opinión diré que tiene el mérito de, al estar posiblemente influenciado por el hiperrealismo americano, haber conseguido un estilo propio, cosa nada fácil en cualquier autor que haya puesto antes su mirada y su trabajo en un estilismo que haya marcado tendencia (el buen hiperrealismo americano es de una dificultad extrema). Quizá en la obra de Cardona debería evitarse la excesiva aproximación a los temas tratados y los destellos de luz.

En cualquier caso, una exposición en su conjunto muy interesante y agradable de ver, con algunas obras destacables.