Acaba de entrar en periodo de exposición pública el anteproyecto de ley de la ecotasa, nombre que no emplean los miembros del gobierno autonómico, debe de ser porque trae malos recuerdos tras su implantación frustrada en 2002, de la mano del entonces presidente Francesc Antich. Pero como somos esos únicos animales que tropiezan dos veces con la misma piedra, aquí estamos, más de diez años después, como en un déjà vu, otra vez debatiendo sobre el impuesto turísticos sostenible, denominación oficial, y con las mismas posturas enfrentadas. Las patronales se declaran en rebeldía, y los ciudadanos vamos a recibir donde más duele, en el bolsillo, porque en el flujo entre islas es indiscutible que aquí salimos perdiendo. Necesitamos viajar más a Mallorca y no tenemos ni su fortaleza ni su posición como destino turístico para exigir.
Vía libre
Estar a la altura
24/11/15 0:00
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