TW

Tengo un amigo que está muy considerado como médico en urología además de ser, en esa disciplina, un notable cirujano aunque curiosamente muy limitado a la hora de auto medicarse su problema prostático. ¡Ah no!, dice, yo cuando noto algún síntoma voy a que me vea mi médico, me siento más tranquilo. Un auto diagnóstico es fácil que esté corrompido por el ego, la autoestima y por la disfunción de estar interesado en primera persona. Viene a ser como preguntarle a una madre cómo ve a su hija vestida de novia. ¿Pues cómo la va a ver?, ¡guapa!, la más guapa, no hay madre que vea fea a su hija el día de su boda.

Noticias relacionadas

El otro día me decía mi amigo el médico mientras tomábamos una ración de riñones al jerez: Fíjate, José María, mismamente a esta hora ayer estaba en una intervención de trasplante de un riñón, además a un médico. ¡No fotis Juan!, ¡no fotis…! A ver si me cosco, ayer trasplantabas un riñón y hoy 'con un par' tomándonos un jerez y una ración de riñones. ¡Hombre!, como siempre me has dado cumplida muestra de tener los compañeros bien puestos y los dos nos pirramos por la casquería, sí Juan, sí… pero hoy, después de lo de ayer no me vale la casquería ni me acomoda como gastrónomo lo de los riñones al jerez. Comer riñones después de no llevar ni 24 horas de una operación del mismo órgano, eso sí que es tener los compañeros bien puestos.