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«Un hombre extraordinario llamado Jesús (…) a los ricos ofrecía reparación, esperanza a los desgraciados y consuelo a todos. Lo seguían los pobres y hasta redimía a las prostitutas».

Arturo Pérez-Reverte.

I.- Paco contempla como Jaime ha vendido sus convicciones ideológicas por un cargo, por una nómina o por ambas cosas a la vez. Por eso, probablemente, le cueste tanto a Paco hablarle a su hijo de valores…   

II.- Por su parte, Arturo se topa, repentinamente, con una soledad tan solo ayer impensable. Sospecha que algunos de sus amigos le han «bloqueado». Arturo, sin saber muy bien por qué, recuerda una estrofa de una vieja canción que tatarea de memoria: «cuántos amigos son de verdad/ cuantos te alaban si triunfando estás,/pero si fracasas bien comprenderás/ los buenos quedan, lo demás se van». Luego cae en la cuenta de que sus viejos compañeros se alejaron de él a partir del momento en que se arruinó.   Se consuela diciéndose que, al fin y al cabo, únicamente fueron simples compadres de charanga. Le comentan que Toni, incluso, negó haberle conocido…

III.- Luis hoy ha visitado a Marcos en busca de ayuda económica. En el paro, y a punto de ser desahuciado, Luis no llega a fin de mes… Marcos ha recurrido, en esa tesitura, a una tristísima perífrasis, obviando así el latigazo de un mero NO…

La historia continua. Usted ha sufrido, probablemente, alguna de esas situaciones o, en su defecto, las habrá observado como espectador…

IV.-Diariamente, en los barrios, en las calles, gentes de toda índole o condición efectúan curiosos virajes en su andadura para soslayar el cuerpo de ese borracho o de ese mendigo. Gentes que, a lo mejor, cumplen a rajatabla, cada siete días, con el precepto dominical sin haber asimilado lo que desde un ambón se les propone…

V.- Hoy, mañana, ayer, las críticas recaerán sobre las espaldas de algún inocente, crucificándolo anímicamente… Hoy, mañana, ayer, nuevos ricos abjurarán de los suyos…

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I.bis.- Jaime vendió –lo sabe perfectamente Paco- sus convicciones por unas treinta monedas. A pesar de no llamarse Judas…

II.bis.- Arturo tuvo, tras sus entradas espectaculares en domingos de ramos varios, su particular oración en el Huerto de Getsemaní, ese en el que constató el abandono de tantos. Y Toni, metido a Pedro, le negó tres o más veces, independientemente de que hubiera o no un canto de un gallo mudado en acusación.

III.bis.- Marcos, con respecto a Luis, ha tenido mucho de Pilatos y su circunloquio, sí, ha sido auténtico lavatorio de manos…

IV.bis.- Y los que han soslayado al hermano bajo el cartón o sumido en el sueño de la borrachera no han dejado de ser, pese al cumplimiento del precepto dominical, unos fariseos aferrados a la impiedad de Moisés y ajenos a la revolución que supuso el Nuevo Testamento.

V.bis.- Las calumnias, por otra parte, han vuelto a azotar la espalda de tantos inocentes y las omisiones de cada día han trenzado multitud de coronas de espinas. La falacia y la impiedad han crucificado -y siguen crucificando- a millones de seres humanos…

Y VI y VII y VIII y… Algunas madres mirarán a un hijo en coma por mor de la guerra o de la droga… Por mor de tanto Caín…

Paco, Jaime, Arturo, Toni, Marcos, Luis… La Pasión de Cristo sigue aquí, ahora, repitiéndose, para vergüenza propia y ajena, en demasiados. Ese Cristo que quiso padecer, en carne propia y semana trágica, cada uno de los males que puede llegar a sufrir el ser humano a manos de otro, ese otro que olvidó que el Mal, frecuentemente, no es sino la ausencia de Dios en el corazón de los hombres, como indicara Einstein…

Eres creyente, pero si no lo fueras, seguirías igualmente subyugado por la figura de Cristo, conmovido por su Pasión, ebrio  por sus propuestas, por su amor, por su coherencia y por el precio por ellas pagado, convencido de que su credo, revolucionario, tras 2022 años, es el mejor camino para alcanzar la anhelada utopía de un mundo en equilibrio y en paz… A la postre, sería posible si os diera por regeneraros, es decir: por resucitar…