TW

Aquel mensaje de tres palabras, que llegó alto y claro desde Madrid, resonó en el amplio despacho de Presidencia del Consell:

-Susana, sé fuerte.

Era la inconfundible voz de Marc Pons, quien advertía a la presidenta de la primera institución política de Menorca que se avecinaba la gran batalla para escribir el relato con el que se decidirán las elecciones de mayo del 2023. Una contienda entre socios que al mismo tiempo son adversarios y aliados.

Noticias relacionadas

El expresidente del Consell y exconseller de Francina Armengol, hoy jefe de gabinete de la ministra Teresa Ribera, está desempeñando un papel decisivo en la crisis que marca el punto de inflexión de este mandato.

Marc Pons gestionó las «Observaciones al borrador del anteproyecto de Ley Menorca Reserva de la Biosfera» que desde el Ministerio para la Transición Ecológica redactó el director del organismo autónomo Parques Nacionales, Javier Pantoja Trigueros. Entraron en el registro del Consell el viernes 8, tres días antes del pleno que debía celebrarse el lunes 11 para aprobar la proposición de ley. «Con este informe podrás desconvocar la sesión plenaria y así ganamos tiempo», susurró Marc a Susana.

Porque el desplazamiento que habían efectuado el miércoles los consellers Mercedes Garrido del garrote y Miquel Mir no había surtido efecto. La ‘nota jurídica’ que pusieron sobre la mesa la socialista Garrido y Mir, de Més per Mallorca, había sido redactada por la exdiputada del PSIB-PSOE Lourdes Aguiló, hoy al frente de la Abogacía de la Comunidad Autónoma. Mir ahora intenta escaquearse, pero el mensaje que transmitió con Garrido se resume en la primera fase de la ‘nota’, que ocupa 17 folios: «el objeto de la Proposición de Ley no concuerda con su contenido, si de lo que se trata es de establecer una regulación de Menorca como Reserva de Biosfera».

Resuenan tambores de guerra porque asistimos a la batalla para las elecciones de 2023.