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En otros escritos míos, en este Diario, traté de la necesidad de disponer de mayor información económico - estadística en Baleares, concretamente de Menorca, sobre todo la referente al VAB (PIB), en términos directos propios, no referenciados porcentualmente a las cifras del conjunto balear; y, además, en términos desagregados por sectores económicos, con sus respectivas ramas, y expresado ello para todos y cada uno de los municipios del territorio insular.

Aquella destacada información facilitaría conocimiento preciso de la realidad económica insular a la ciudadanía, así como también ayudaría a los empresarios menorquines, potenciales inversores de recursos, poder calcular con mayor y riguroso fundamento, las expectativas de ganancia y, así, dimensionar mejor sus correspondientes equipos productivos.

Por su parte, las autoridades gubernamentales contarían, de este modo, con nuevas herramientas, proporcionadas por determinantes variables económicas, arrogadas de mayor utilitarismo, para discernir el grado de elasticidad efectiva en las plurales respuestas a sus específicas decisiones y medidas económico-políticas, tanto referentes a nuevas infraestructuras construidas, como en logros de crecimiento económico y bienestar social para todos los menorquines y sus pueblos.

Los precedentes de cálculos de variables significativas disponibles de la economía balear y, en concreto de Menorca, responden a básicas cifras de PIB agregado, expresadas por Farré-Escofet et al. (1977); «Govern Balear. Consellería d’Economía i Hisenda. Dades de Balears» (1979 y siguientes); G. López Casasnovas y J. Roselló Villalonga (2002); y particularmente mediante método econométrico, M. Fontanet Casals y E. Pons Fanals (2005).

Recordemos que, en 1992, el PIB español creció sólo un 0,85% y en 1993, un -1,0%; en 1994 inició una recuperación, aunque perdiendo posición relativa, en el PIB per cápita, respecto a 14 países europeos. En 1987, en Menorca, el sector primario, había pasado a suponer sólo el 5% de la población activa, el secundario se mantenía todavía alto, con un 42,9%, y el terciario o servicios subió al 52% (López Casasnovas y Roselló Villalonga).

La recuperación económica menorquina no se afianzó hasta 1997, aunque aún registraría crecimiento negativo en 1996, a diferencia de Baleares en su conjunto, que creció a una tasa algo superior al 3%; los ejercicios siguientes ostentaron una alta tasa de incremento.

Ernest Pons Fanals y Marta Fontanet, mediante un método de estimación indirecta, para el periodo 1999-2003, estimaron el peso que cada rama de actividad tuvo en el PIB de cada municipio y en el total de Menorca. El crecimiento económico global de la economía menorquina en el periodo analizado por dichos autores se puede cualificar de fuerza importante. Las tasas de crecimiento anuales fueron del 8,8%; 5,4%; 3,2% y 3,5%, en cada uno de los años sucesivos; y muestran también como se produjo una progresiva disminución en la intensidad de este ritmo de crecimiento. Esta desaceleración se explica por el contexto de la coyuntura nacional e internacional. Si se compara el crecimiento entre los diferentes municipios, observamos grandes diferencias. Si bien la media fue de un crecimiento anual acumulativo del 5,2%, tenemos que entre el dato de Es Migjorn Gran del 22,1% anual hasta la cifra del 3,6% anual de Maó, observamos el 10,1% de Sant Lluis, el 8,4% de Alaior, el 7,8% de Es Castell, el 6,9% de Es Mercadal, el 6,8% de Ferreries y el 5,3% de Ciutadella. En general, los municipios más pequeños crecieron más que los mayores. La renta de Maó, la más alta, fue la que tuvo un menor grado de crecimiento dentro del conjunto de municipios insulares.

Es destacable también el análisis econométrico de las profesoras Eva Asensio del Arco, Yolanda Rodríguez y María Valbuena, mediante un método directo de estimación del Valor Añadido Bruto menorquín, entre 2000 y 2007 (Beca del IME), elaborado a partir de las Tablas Input Output 1997, y en un marco de 2004, junto a otras variables, tratándose de un modelo estadístico – matemático específico para Menorca.

A modo de ejemplo ilustrativo del último estudio indicado, señalo aquí, que Eva Asensio y su equipo, cifraban, para 2007, el VAB per cápita de Maó en 17.183 euros y el de Mercadal en 13.323. Es Migjorn Gran con 6.185 euros y Es Castell con 6.799 arrojaban los valores menores; y a mayor distancia, estaba Sant Lluís con 10.220 euros. Alaior, Ferreries y Ciutadella tenían un VAB per cápita similar, rozando el correspondiente a la media de Menorca (13.085 euros). Las mediciones que aporta el estudio se extienden a otras variables en cada municipio.

Para todo el espectro de ramos y rangos posibles, la importancia del conocimiento de la realidad económica de un territorio es tal, que los debates de origen ideológico quedarían parcialmente neutralizados, a través de los argumentos fundamentados en análisis teóricos, corroborados por los datos cuantitativos bien formulados.