TW

La verdad es que las elecciones y toda la parafernalia que conllevan se están haciendo bastante plomizas. Tengo unas ganas de que sea lunes que, supongo, son similares a las tuyas. A estas alturas y tras encadenar dos comicios seguidos tenemos una indigesta de promesas, propuestas y candidatos complicada de digerir. Estoy harto. Lo bueno es que pase lo que pase, vamos a ganar. Aunque quizás tengas que releer esto, gane quien gane, tu y yo vamos a ganar mucho más. Porque el lunes regresaremos a una normalidad que ya ni recordamos, aquella de que gobierne quien gobierne, tu y yo vamos tirando porque en el fondo seremos los que nos vamos a solucionar nuestros problemas. Lo estamos pasando regulinchi. Estamos rodeados de anuncios políticos, de promesas, de intenciones que muy probablemente se diluyan con el paso de los días, pero también he notado últimamente gente muy encabronada que se deja llevar o guiar por bulos, por miedos, por temores que escuchan de alguien y que repiten sin llegar a reflexionar si son ciertos.

Noticias relacionadas

Hay un exceso de información para una sociedad que ya de por si es perezosa para analizarla y cuestionarla. Si nos dan un programa electoral para que lo leamos, la gran mayoría no somos capaces y acabamos dejándonos llevar por el primer titiritero que nos lo explica para que en lugar de invertir diez minutos en leer, lo gestionemos con 30 segundos de video. Y claro, eso es una ventaja para el que hace el vídeo que puede colarnos lo que quiera sin miedo de que desconfiemos. Lamentablemente no hay nada que sea imparcial, ningún debate que hayas visto, ninguna entrevista que hayas leído o escuchado… Todo tiene una intención tanto por el entrevistado como por el entrevistador. Nos manejan y nos manipulan como quieren, y por mucho que nos creamos que nosotros no, que somos capaces de detectar cualquier bulo, todos hemos caído en la tentación en alguna charla de repetir algo que en algún lugar hemos oído. No pasa nada, de eso se sale. Lo bueno es que, a partir del lunes, lo que haya es lo que se habrá decidido. Te gustará más o te gustará menos, pero el grado de toxicidad en todo lo que nos rodea se rebajará y nos podremos volver a preocupar de disfrutar el verano, que es lo que tendríamos que estar haciendo, y con la tontería ya ha volado un mes. Vas a ganar y yo voy a ganar. El ambiente se relajará, habrá menos crispación porque alguien ha conseguido transformar un proceso democrático en un conflicto constante de unos contra otros, en un enfrentamiento casi personal que permite a muchos camuflar «pixarades fora de test». Nos jugamos mucho este domingo, sí. Pero también nos jugaremos mucho el lunes cuando decidamos cómo afrontar la semana como ciudadanos. Y es ahí donde ganamos seguro.

dgelabertpetrus@gmail.com