Desde el pasado día 4 de abril no crece el número de pacientes en la UCI y el número de ingresados graves se mantiene totalmente estable desde el día 12

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Los médicos menorquines están convencidos de que si el Aeropuerto de Menorca se hubiera cerrado a la llegada de pasajeros solo una semana antes, como se reclamaba desde la Isla, los efectos de la pandemia de covid-19, ya de por sí menores en comparación con la mayoría de regiones del país, hubieran sido muy inferiores. A falta de estadísticas oficiales, tienen claro que «la mayoría de positivos detectados, sobre todo los casos más graves, son contagios importados», es decir, que se contagiaron en otros lugares y después desembarcaron en la Isla.

Reflexiona sobre esta cuestión Claudio Triay, delegado en Menorca del sindicato médico Simebal. El facultativo señala que esa teoría viene respaldada por la evolución de la pandemia, por el perfil de los positivos y sobre todo por el descenso de casos graves. La estadística es clara en este último aspecto. Desde el pasado día 4 de abril no crece el número de pacientes en la UCI y el número de ingresados graves se mantiene totalmente estable desde el día 12. Hace aproximadamente tres semanas que no crece la presión sobre la UCI.

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En ese sentido destaca la importancia de la llamada carga viral, la exposición que han tenido los pacientes al virus y cómo afecta a la gravedad de los cuadros que presentan. «Al principio registrábamos más casos graves, personas de más de 60 años que habían estado fuera, en Madrid o Barcelona por ejemplo, y que después llegaron a la Isla». Son personas a las que está costando mucho recuperarse. Sirva de ejemplo el turista del Imserso que permanece en la UCI desde hace un mes y medio.

Aunque en las últimas semanas se ha producido un ligero goteo intermitente de positivos, parece que estos no revisten excesiva gravedad, dando argumentos a la idea de que los contagios que se producen en Menorca son resultado de una menor exposición al virus. Han recibido una menor carga viral y eso hace que no revistan las complicaciones de los casos ingresados los primeros días.

En relación a las perspectivas para la reapertura del aeropuerto, Triay defiende que «para reabrir hay que hacer test a todo el que llegue, no basta con pasarles un cuestionario», la medida utilizada hasta el momento.