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Señores viajeros, deberán hacer un trasbordo!

- ¿Qué pasa? -pregunta un pasajero a una pasajera.

- Parece que hay cambio de estación -contesta la mujer amablemente.

- No me extraña. El otro día fui a hacerme un análisis de sangre y me ha salido alterado.

- Eso es por el equinoccio de primavera, que iguala la duración del día y de la noche. La luz va ganando terreno frente a la oscuridad alegrándonos el ánimo, que buena falta nos hace. -Ella parece conocer algo de astronomía, de psicología y de literatura, porque lleva un libro en la mano que va leyendo durante el trayecto.

- ¡Cómo está el mundo! ¿No le parece? -exclama él, intentando estirar un poco la conversación.

- Muy triste y desconcertado. Entre apuros económicos, guerras y catástrofes, se le quitan a una las ganas de sonreír.

- Sí, es verdad. A veces hay que esforzarse para encontrar una buena noticia que nos reconforte un poco.

- ¿Se ha enterado de que a mediados de julio vuelve la UIMIR?

- Sí, es una excelente noticia. Estuve participando en un curso hace unos años y fue una experiencia de lo más estimulante.

- Su nuevo director, Antoni Petrus, catedrático de Pedagogía Social en la Universidad de Barcelona, habló en el primer foro de la "Illa del Rei". Me gustó mucho su idea de educar ciudadanos no tan competitivos y mucho más competentes…También se ha incorporado la UOC (Universitat Oberta de Catalunya), pionera en el uso de las nuevas tecnologías. ¡Puede ser fantástico!, como diría Punset.

- ¿De qué iba el curso al que asistió?

- Sobre demografía. Ya sabe, el estudio de la población. Con datos de todo tipo, como la esperanza de vida, que ha ido aumentando…

- ¿De una vida mejor?

- No. De vida a secas. Ha aumentado el número de cumpleaños.

- Hablando de todo, el 7 y 8 de abril tendrá lugar en Es Mercadal un encuentro sobre innovación empresarial, con ponentes altamente cualificados…

- Esto nos hace mucha falta. Innovar y compartir. Organizar eventos que sean un foco de atracción para mentes despiertas y turistas con algún "valor añadido"…

- Bueno, tenemos que separarnos. Ha sido un placer. Con la charla, se me ha pasado el tiempo volando…Espero que volvamos a vernos…

- Tal vez en la UIMIR, este verano…

Y así se despidieron, puesto que el cambio de estación era inevitable.

La duración de los días se estaba ampliando; bellas flores durmientes despertaban radiantes y coquetas; las temperaturas empezaban a andar lentamente cuesta arriba y la gente volvía a sentarse a tomar algo en las terrazas. Sobre los verdes campos, innumerables motitas amarillas formaban un paisaje soleado que al mismísimo Van Gogh le hubiese encantado pintar.